viernes, 8 de septiembre de 2023

Funcionarios formados en Educación

 

Jueves 7 de septiembre de 2023

¿Te reenviaron esta newsletter?
Registrate acá y recibila
¡Hola! ¡Qué alegría que hayas elegido entrar a Hora libre! Como te conté la semana pasada, entrevisté a Cecilia Veleda, autora de La cocina de la política educativa (Siglo XXI), un libro que me parece de lectura indispensable para los políticos con injerencia en la gestión educativa. También para los ciudadanos y las ciudadanas que debemos evaluar las propuestas de los candidatos antes de votar.

En el libro, Veleda cuenta cómo se conforman y trabajan los ministerios (o sus equivalentes) de Educación en las provincias y Ciudad de Buenos Aires. Poner la lupa en estos organismos me parece fundamental porque en un país federal como es la Argentina, estos son los encargados de ejecutar la gran mayoría de las políticas educativas.

En esta edición te sintetizo la segunda parte de la entrevista, donde la especialista profundiza en lo importante y postergada que está la formación docente y cómo esta formación también puede ser un semillero de futuros funcionarios.

 
[Si por algún motivo no pudiste leer el envío de la semana pasada y querés hacerlo, podés escribirme a sbin@infobae.com y te lo mando. Será un placer]

 
Cecilia Veleda (para los que no leyeron el envío de la semana pasada) es doctora en Sociología de la Educación, dirigió el Instituto Nacional de Formación Docente (INFoD) entre 2015 y 2019 y actualmente coordina al equipo técnico de educación de la Fundación Porvenir, de Martín Lousteau. Además de escribir La cocina de la política educativa (que podés descargar de Bajalibros en formato digital), es autora, entre otros, de los libros Apostar a la docenciaLa construcción de la justicia educativa y Nuevos tiempos para la educación primaria. Lecciones sobre la extensión de la jornada escolar, que publicó CIPPEC y Unicef (podés acceder libremente a los textos desde los enlaces y te los recomiendo). A continuación, la segunda parte de la entrevista:
 
  • Desde que estuviste a cargo del INFoD que te escucho hablar de la necesidad de reestructurar, de pensar diferente, la formación docente. ¿Hay alguna jurisdicción que trabajó en ese sentido y que vale la pena observar?

    ✏️  Sí, hay políticas parciales. La revisión del sistema de formación docente es un tema siempre postergado porque es muy complejo. Una provincia que tiene un sistema de formación docente relativamente sólido es la provincia de Río Negro. De hecho, así lo menciona Axel Rivas, en el libro Las llaves de la educación, en el capítulo en el que analiza el caso de Río Negro como un caso de éxito [libro 1 página 192]. Rivas atribuye buena parte de ese éxito a la fortaleza del sistema de formación docente, que si bien tiene varias cosas por revisar tiene bases muy interesantes: no tiene una cantidad excesiva de institutos, las designaciones de los formadores son por cargos a través de concursos exigentes, no trabajan por hora cátedra, y eso permite que tengan tiempo para hacer formación continua, investigación y extensión.

    ✏️ Estas transformaciones hacen que, en general, los institutos sean de buena calidad en comparación con los de otras provincias. Y eso también hace que sea común que los ministros y sus equipos técnicos provengan de los institutos. Es decir, los institutos de alguna forma operan también como un semillero de funcionarios formados.


    ✏️ También está el caso de San Luis que atravesó una reforma que fue muy dolorosa y compleja pero que terminó conformando dos institutos principales con edificio propio y formadores designados por cargo. Claro que también ahí hay cuestiones a trabajar en términos de calidad de la formación. Porque no alcanza con tener una una institucionalidad más organizada hay que contemplar siempre la dimensión de la calidad. Y yo creo que en ese aspecto San Luis aún tiene un gran desafío.

    ✏️ Mendoza es otra provincia que en estos últimos años ha dado pasos en la revisión de su sistema de formación docente. Por ejemplo, regulando el financiamiento y apertura de ofertas en función de las necesidades del sistema educativo y mediante concursos para el acceso a los puestos de formadores.
Para escribir libro, Veleda entrevistó a 50 funcionarios y exfuncionarios de las 24 jurisdicciones
  • Destacaste la importancia de que los ministros y demás funcionarios del área de Educación estén formados en el tema. En pocos meses asumirán nuevos Gobiernos en todas las jurisdicciones ¿Qué crees que deberían tener en cuenta esos Gobiernos a la hora de elegir al ministro de Educación y a sus equipos?

    ✏️ Creo que lo primero y principal es tener un proyecto. Porque para poder seleccionar a quienes lo vayan a liderar hay que saber a dónde se quiere ir, cuáles van a ser las prioridades. Y tener un plan consistente, que se diseñe a partir de diagnósticos certeros, lleva tiempo.

    ✏️ En todo caso, tras las PASO, en cada provincia está perfilado qué candidatos tienen chances de ser gobernador. Si esos candidatos no tienen desarrollado un plan, deberían trabajar aceleradamente en desarrollarlo y al mismo tiempo identificar los perfiles que ocuparan las áreas estratégicas del Ministerio. Para mí, el equipo es todo y creo que hay dos condiciones para la selección de los perfiles que lo conformarán. Una es que las personas elegidas conozcan el área que van a gestionar y para eso hay que resignar militancia y priorizar el profesionalismo. Sé que esto es muy difícil en la política partidaria argentina pero es algo elemental. Por ejemplo, que quien asuma la dirección del nivel primario sepa sobre el nivel primario y quien esté a cargo de la formación docente, sepa de formación docente. No da igual saber que no saber. Otro requisito esencial es la capacidad de trabajo en equipo y que las personas tengan cierto código ético.

    ✏️ Se habla mucho de la importancia de que docentes y directivos desarrollen las capacidades blandas, pero la gestión política nunca se ve a sí misma. Me parece que esas capacidades blandas en los equipos ministeriales son fundamentales, hay que poder trabajar con otros. Porque si los miembros de un equipo de trabajo están en competencia entre sí, es como pegarse un tiro en el pie, es imposible avanzar. Esto que puede parecer un poco naif, sobre todo en este contexto de polarización y guerra política constante, es muy importante. Estoy convencida de que si no se genera en el interior de los ministerios cierto nivel de bienestar en el trabajo es imposible llevar adelante los cambios necesarios en el sistema. Siempre se le tira el fardo a los docentes sin mirar cómo se hacen las cosas en los ministerios. En un párrafo del libro digo que se espera de las escuelas que trabajan en función de indicadores, que armen proyectos, que coordinen entre sí, que se evalúen, cuando nada de esto hacen los ministerios.

     
Veleda estructurando la presentación del libro que será el 14 de septiembre, a las 18.30 horas, en Tte. Gral. Juan Domingo Perón 3326 (CABA). La entrada es libre y gratuita
Hasta acá la conversación que tuve con Veleda. Debajo te comparto unos textuales del libro La cocina de la educación, que me parecieron muy relevantes porque, como ya lo han dicho especialistas y docentes en otras ediciones de Hora Libre, muchas veces se hacen cambios desde los ministerios que no se informan a las escuelas o no se comunican. Mucho menos se enteran estudiantes y familias o se mantiene un diálogo con docentes, estudiantes y familias para hacer ajustes necesarios.

“Todo proceso de cambio requiere al menos tres tipos de comunicación: difusión de las políticas, diálogo continuo con el sistema y cambio cultural.

En relación con la difusión de las políticas, es fundamental que todas las escuelas conozcan el plan y tengan la posibilidad de aportar y hacerlo propio. (...) hay que preparar el terreno, explicar las acciones, fundamentar: nada peor que anunciar las medidas por los medios sin haber dialogado antes con los actores responsables del sistema. Esto requiere una vocería distribuida entre los miembros del gabinete, pero también con la “tercera línea” de funcionarios técnicos y los supervisores.

Luego, en el proceso continuo de implementación el diálogo constante con el sistema educativo es indispensable. (...) Es fundamental mantener un diálogo fluido con el sistema para poder actualizar ideas  y realizar ajustes.

Por último, una dimensión más profunda y compleja de la comunicación es la que puede colaborar con la transformación cultural. El cambio que requiere el sistema educativo no es sólo técnico, no se trata solo de modificar reglas o incentivos, sino también maneras de ver, actitudes, predisposiciones. Así, por ejemplo, cuestiones tan importantes como la valoración social de la educación o de los docentes, hasta los fundamentos para limitar la repitencia o la relevancia de los saberes fundantes de lengua y matemática, podrían ser objeto de amplias campañas comunicacionales.”



Si te quedaste con ganas de seguir profundizando en las propuestas de Veleda. Te recomiendo esta entrevista que le hizo Alfredo Dillon.

 
Después de dos envíos dedicados a las implicancias que tiene sobre el sistema educativo la conformación del equipo que gestiona cada ministerio de educación, me gustaría leer tus opiniones. Me servirán para direccionar futuras producciones de esta newsletter. Contame, te estaré leyendo en sbin@infobae.com o por TwitterFacebook Instagram.

¿Te pareció valioso lo que leíste en esta newsletter? Compartila e invita a que se registren para recibirla. Así ampliamos esta comunidad interesada en pensar juntos cómo mejorar la educación.

Si no llegás a encontrar este envío de Hora Libre en tu bandeja de entrada, no te olvides de revisar tus carpetas de Spam y Promociones. Si lo ves ahí llevalo a tu casilla principal, como muestra el gif, así nos reencontramos cada jueves.


Hasta la semana que viene. Abrazo.
Stella

No hay comentarios:

Publicar un comentario

“La calidad de la educación en un enfoque competencial”

Bienvenido sea el controvertido término de las  “competencias básicas” , entendidas como capacidades holísticas e integrales, como conjuntos...