
Las críticas de rectores, docentes y estudiantes que salieron al cruce de las palabras de la gobernadora María Eugenia Vidal contra las universidades públicas bonaerenses tuvieron su correlato en las redes sociales, donde muchos desmintieron a Vidal con historias personales. Muchos de ellos, la mayoría, primera generación de universitarios en su familia, presentaron relatos que contradicen ampliamente a la gobernadora, quien anteayer se preguntó si es justo “llenar la provincia de universidades públicas, cuando todos sabemos que nadie que nace en la pobreza llega a la universidad”.
En contra de los prejuicios de la gobernadora, una becaria del Conicet, que se autodefinió como “docente en otras universidades conurbaneras”, contó: “Soy primera generación. Hija de una empleada doméstica sin registrar y de un remisero. Hoy estoy a punto de recibirme de Doctora en Comunicación”. Y así siguieron muchos más, politólogos, docentes y otros cientos de licenciados con títulos en universidades públicas contaron sus historias. “Soy politóloga de la UBA. Mi papá es peluquero y mi mamá ama de casa. Ninguno terminó el primario. Estos comentarios me hacen llenar los ojos de lágrimas”, señaló una usuaria de Twitter.
Otros señalaron “el prejuicio de clase de Vidal” y sus dichos “en contra de toda noción de movilidad social ascendente”. “Tuve muchos estudiantes nacidos en la pobreza. Recuerdo uno en especial que durmió durante meses en la calle para poder comenzar sus estudios”, resaltó el historiador Ezequiel Adamovsky.
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