El primer paro nacional docente contra el gobierno de Mauricio Macri, cuya principal consigna fue la reapertura de paritarias, se sintió con fuerza en los establecimientos públicos de todo el país, mientras que en los privados fue menor.
Aunque con dispar grado de adhesión de acuerdo a cada provincia, la medida afectó a nueve millones de alumnos. La huelga tuvo un gran impacto en Capital Federal, Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba, donde además hubo movilizaciones.
Los gremios se jactaron de un nivel de acatamiento cercano al 90%. La jornada de protesta había sido convocada la semana pasada por la Confederación de Trabajadores de la Educación (Ctera), y luego se plegaron el Sindicato de Docentes Privados (Sadop), la Confederación de la Educación Argentina (CEA), la Unión de Docentes Argentinos (UDA), entre otros gremios.
En Buenos Aires, hubo una alta adhesión, de acuerdo a un relevamiento del gobierno, que señaló, sin embargo, que no "fue masivo". Se sintió con mayor intensidad en el Gran Buenos Aires y el acompañamiento fue menor en el interior.
"Las declaraciones de las autoridades educativas, desprestigiando la lucha de nuestros derechos no hizo más que sumar descontento entre los docentes,", dijo la presidente de la Federación de Educadores Bonaerense, Mirta Petrocini. Además, aseguró que los gremios habían presentado una propuesta de incremento salarial hace un mes y medio a la que no se le dio ninguna respuesta. Así, la semana próxima la Feb determinará nuevas acciones de protesta. En tanto, algunas seccionales de Suteba y delegados del conurbano marcharon por la mañana al Palacio Pizzurno, sede del Ministerio de Educación Nacional.
En Santa Fe, la protesta fue acatada tanto por docentes estatales como también privados. La postal de aulas vacías, se completó con una ruidosa y nutrida movilización docente en el Ministerio de Educación. Frente al edificio del Centro Cívico se montó un palco desde donde los dirigentes hicieron oír sus reclamos, en medio de una lluvia de volantes y banderas gremiales.
"El paro es para reclamar la reapertura de las paritarias en todas las provincias y también a nivel nacional. Ni el peor de los pronósticos hacía prever la inflación que tenemos. La mayoría de las provincias cerraron en porcentajes del 30 y 35 % y tenemos una inflación interanual del 46%, por lo que el sueldo de los maestros va a quedar por debajo", aseguró la secretaria general de la Confederación de Trabajadores de la Educación, Sonia Alesso, quien también conduce la Asociación del Magisterio de Santa Fe.
Esa entidad estimó el acatamiento en un 90% en la provincia. En tanto en Rosario, al mediodía, hubo una manifestación frente a la sede de la gobernación.
El ministro de Educación, Esteban Bullrich, calificó como "lamentable" la medida de fuerza. Fue en declaraciones a Radio Mitre, donde también aseguró que la protesta "no está justificada en lo salarial".
Reacción oficial
El ministro agregó: "Está garantizado que no hay ningún docente por debajo del salario mínimo, vital y móvil, algo que pasaba cuando llegamos, en las provincias del norte. Vamos a llegar a casi el 50 por ciento de aumento en enero". Bullrich estimó que el nivel de adhesión del paro de ayer fue del "50 o 60 por ciento", aunque negó tener cifras oficiales.
Anteayer el ministro de Educación, había advertido que el gobierno no contempla la posibilidad de renegociar salarios con los docentes, al considerar que "los aumentos otorgados han sido significativos".
En Córdoba,en los colegios privados la actividad fue prácticamente normal mientras que en los estatales, alrededor del 70% de los establecimientos no tuvo clases.
La decisión del gobernador Juan Schiaretti de descontar el día a los docentes que adhirieron a la medida de fuerza impactó en su efectividad, según admitieron directivos escolares. "No hay espacio para un replanteo", dijo Schiaretti, respecto al pedido de reabrir paritarias, en línea con las autoridades nacionales.
El mismo escenario se repitió en Santa Cruz, Tucumán y Formosa, donde los maestros también reclamaron por el efectivo cumplimiento de la ley de financiamiento educativo y que de los 6 puntos del PBI se pase a 10 destinados a educación.
En tanto, en como Santiago del Estero y Mendoza la medida tuvo casi nulo impacto. En la provincia cuyana se debió principalmente al temor docente a perder el cuestionado "Ítem Aula", un adicional del 10% del salario, que se activa con el presentismo. En la mayoría de los establecimientos de la provincia hubo actividad normal, aunque se registraron colegios con sólo 10% de alumnos.
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